Este proceso de transformación del café verde moldea los hasta 910 aromas que caracterizan el espresso.
Nuestro secreto, pero no se lo cuenten a nadie, un tostado lento, en pequeñas cantidades o el arte de dar origen a los aromas. El paso del café verde al café tostado se lleva a cabo con el máximo rigor.
Llevados los granos de café lentamente a una temperatura de 220°C antes de dejarlos enfriar, los granos de café verde se transforman en granos finamente tostados y perfumados, que a continuación pasan por el proceso de molienda más exigente para nuestros espressos.
La fase de tostado lento, en pequeñas cantidades, es garantía de calidad en la taza y permite así preservar toda la plenitud y riqueza de los aromas.
En nuestras cápsulas compatibles Nespresso no utilizamos las técnicas denominadas «industriales», como el «flashroasting», con un gran rendimiento y más rentables, pero que no permiten al café expresar plenamente sus cualidades.

EL AROMA Y EL COLOR, SEÑAS DE IDENTIDAD DEL TOSTADO DEL CAFÉ
El sabor de un buen café se fundamenta en muchos aspectos. Por supuesto, la calidad y pureza del grano es uno de ellos, pero su tratamiento, cuidado y conservación son detalles igual o más importantes a la hora de conseguir un buen espresso.
Nuestro compromiso no es sólo medioambiental. El objetivo es ofrecer un café de la mayor calidad posible que además sea respetuoso con nuestro entorno.
Por ello, el proceso del tostado de nuestro café es casi un arte, sin lugar para la prisa o las producciones masivas fuera de control. El tostado del café es uno de los aspectos fundamentales en la búsqueda del espresso perfecto y en Café Ético somos conscientes de ellos desde nuestros inicios.
Todo lleva su tiempo correcto, a fuego lento, sin prisas ni precipitaciones, con el cariño y la delicadeza que merece un producto de tanta calidad.